El cantante mexicano Luis Miguel anda de fracaso en fracaso en la gira de su última producción musical.
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Luego del pobre concierto que realizó el mes pasado en el estadio olímpico de Santo Domingo, donde los fanáticos se quejaron de que habló mucho y cantó poco, Luismi se vuelve a guallar en Nueva York ya que no llenó el Unite Palace, a pesar de que los organizadores del evento movieron la tarima a la mitad del teatro para disimular la poca asistencia de público.
Esto originó una comparación con el concierto del bachatero Prince Royce, quien se presentó en el mismo lugar y el mismo fin de semana con un éxito rotundo.
Como si fuera poco, el "sol de méxico" casi se cae de la tarima por acercarse demasiado a sus fans, quienes lo halaron muy fuerte y si no es por sus guardaespaldas, se habría ido de boca.
Todo indica que el cantante se ha percatado de su descenso en popularidad y es por eso que busca un acercamiento con su público, algo que no es común en Luis Miguel.
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